Con un entusiasmo casi infantil empezaba el baile de sillas y mesas para acomodarnos frente a la pantalla en los prolegómenos del partido. Iban llegando los peñistas, todos con el mismo entusiasmo con el que uno va al cine por primera vez, a dejarse hechizar por una película cuyos actores hacen sumirte en un mundo de ensueño.
0
comentarios

Enviar por correo electrónico
Escribe un blog
Compartir en X
Compartir con Facebook
Etiquetas:
Acontecimientos
,
Actos
Se acercaban las 21.00 y la gente sonreía. Entre pincho y pincho alguna caña, un buen coloquio; el Rayo, la familia, el trabajo y esas cosas del día a día que gusta compartir con tu gente. Un fin de semana más la sede de la Peña 2004, nuestro Bar Córdoba, se vestía con sus mejores galas, nos hacía hueco para que volviésemos a disfrutar con los nuestros.