Unos nacen otros morirán,
unos ríen otros llorarán,
aguas sin cauces ríos sin mar,
penas, glorias guerras y paz.
Siempre hay por quién vivir y a quién amar,
siempre hay porque vivir y porque luchar,
al final las obras quedan, las gentes se van,
otros que vienen las continuarán.
La vida sigue igual.
Pocos amigos son de verdad
cuanto te halagan si triunfando estás,
y si fracasas, bien comprenderás.
Los buenos quedan, los demás se van.
Siempre hay por quién vivir y a quién amar,
siempre hay porque vivir y porque luchar,
al final las obras quedan, las gentes se van,
otros que vienen las continuarán.
La vida sigue igual.
No, no se me ha ido la pinza aunque lo parezca. Y es que no se me ocurre nada mejor para definir que tras tantos vaivenes, problemas y rollos de despacho y vestuario, al final estamos los que somos y se marcharán los que tengan que hacerlo. El Rayo existió después de Héctor Nuñez, de Camacho, de Juande, de Fontán, de los Garcías, de los Rumasos, de Custodio, de Guilherme, de......
Sandoval se va. Vendrá otro, y otro, y otro más. Se irán futbolistas de los que nos gustan y de los que no. Eso sí, en la grada seguiremos los de casi siempre, la élite mola más y se animan bastantes a ver in situ un partido de Primera, pero estos a mí no me van, a mi me gustan los que están cuando fracasas, los de Segunda B, los de la bufanda desgastada y la camiseta con el Ciripolen. A los que me encuentro en la Ciudad Deportiva, también tenemos un filial, juveniles y hasta chicas, pero eso no es Primera y queda reservado para los puristas del balompié.
En fin, buen año a pesar de todos los dislates de unos y otros. En cuanto a la peña hay quién piensa que la junta directiva debería estar al frente de Bankia. Y a mí no me extraña. Pocas veces he visto hacer más con menos, supliendo con ganas la necesidad, con esfuerzo las faltas y con tiempo los medios.
Juan M.Herguedas
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