TOP

¿Y no nos pueden bajar a regional?


Apenas marcaban las 19.30 y mi mente empezaba a quedarse bloqueada, mi cuerpo deambulaba sin rumbo y a los pocos minutos estaba perdido en los aledaños del estadio. No tenía ni la más remota idea de cómo había acabado sin nadie alrededor y fuera de las gradas, más aun sabiendo que éramos cerca de 1300 rayistas en aquella fatídica tarde de Anoeta. Pero tras el pitido final y un mar de lágrimas mientras seguíamos alentando a los nuestros, perdí algo más que la consciencia, aun no tenía claro qué había ocurrido y menos dónde acabaría todo una semana después, aunque se presagiaba.

Leer más »