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Misión cumplida. Coliseum conquistado



Amanecía en Madrid un domingo cerrado, nublado, podría ser, por qué no, un domingo cualquiera de invierno. Pero no, está vez no era así. El Rayo jugaba una de las muchas finales que le quedan en este 2014 para lograr la permanencia. Ya no era un domingo cualquiera.

Desde las 10.00, la Peña 2004 entre cafés, risas, bufandas y una mochila cargada de ilusión, esperaba al autobús que recorrería el camino entre Vallecas y Getafe. Se hizo corto, desde el mismo instante en que nos sentamos, los cánticos de los más jóvenes hacían rugir al bus de la esperanza. Al bus de la Peña 2004 que ya había logrado su objetivo. Unir a una afición que con ganas e ilusión, estaba decidida a ayudar con su voz a alentar al equipo.

Llegada a los aledaños del Coliseum, la niebla era aún más densa y las ganas de animar aumentaban. Foto de grupo. Inolvidable foto de grupo. No había tiempo para mucho más, el partido se jugaba dentro. Cientos de rayistas nos esperaban en el fondo Norte del coliseo azulón, la música sonaba y los de Vallecas cantaban. El equipo calentaba al son de su gente y las sonrisas de los miembros de la Peña iluminaban un terreno de juego sombrío y frío.

El partido estaba a punto de comenzar, los que visten la franja tenían que ganar en el césped, en la grada mientras tanto, ya habíamos goleado. El pitido del colegiado inició una ‘batalla’ que duraría 95 minutos. En cualquier otra ocasión el resultado podría ser lo de menos. Lo estábamos pasando bien y eso valdría. Hoy no, los tres puntos debían volverse en ese bus de la esperanza.

 “Vamos Rayo te venimos a ver, pon más huevos hoy no puedes perder, te llevamos dentro del corazón, este año vamos a salir campeón”

Un disparo de Lass acabaría con Alberto Bueno empujando a la red un certero centro de Gálvez. Quizás habíamos hecho lo más difícil, marcar un tanto que todos celebramos. La locura en el fondo rayista era máxima y los abrazos constantes. Los tres puntos se acercaban. Seguíamos ganando el partido, ahora sí, también en el marcador.

Tras el descanso nada cambiaría, no sería fácil, los nuestros perdonaban ocasiones y cuando el marcador indicaba el minuto 90, los locales tuvieron dos ocasiones para quitarnos dos puntos de oro. El buen hacer de la defensa, la seriedad del plantel y esa pizca de suerte que el resto de curso no acompañaron, se aliaron para sumar una nueva victoria. La grada lo celebraba, los del campo nos lo agradecían y la Peña 2004 se abrazaba. Misión cumplida. Coliseum conquistado.

Una delicia vivir mañanas de rayismo. Un placer desplazarse con un grupo de amigos. La Peña 2004 se une por una franja, por un sueño, por un Rayo que luche con todo a los “ricos”. Seguiremos alentando. Seguiremos viajando. No nos cansamos de gritar: 

“Vallecas es de Primera. Si se puede”
 

Sergio M.Potenciano

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