Peña Rayista 2004

Que fácil me resulta a veces sentarme delante del ordenador y escribir las cuatro chorradas que se me ocurren. Comentando tal o cual historia y en la mayoría de los casos por alguna circunstancia o acontecimiento de actualidad rayista.

Esta vez no. Esta vez es distinto. Tengo que admitir que me faltan palabras e ideas con las que transmitir lo que siento. Por un lado admiro a la persona, Teresa  Rivero, Doña Teresa. Por otro me indigna comprobar lo que era un secreto entre todos los que de una forma u otra conocemos, al menos en parte, los entresijos del Rayo, que la " Familia”, ha usado, presuntamente, a nuestro club todos estos años como parte de un entramado financiero en el cuál, el fútbol era la depuradora de todo el dinero negro que el grupo poseía.

Esto evidentemente no es ni será nunca demostrable, así que he de añadir lo del presuntamente para evitar posibles denuncias. Pero difícilmente se explica si no que un equipo con pocos ingresos, deficitario, se pudiese permitir  lujos como lo hacia el Rayo. Fichas altísimas en la categoría de Bronce, me cuentan que hasta de 300. 000 €, pretemporadas por Europa, desplazamientos en avión para veinticinco, treinta, quizás cuarenta personas.
Llegamos a tener a inútiles como Balic, Quinzinho, Granov, Armentano, Diego Torres y un largo etcétera que cobraban lo que yo no ganaría en diez años de mi vida trabajando a doble turno. Y aquí no pasaba nada. Todos lo sabíamos y todos callamos.

Sabíamos que con cuatro mil socios y sin el dinero de la televisión no se podía pagar a Pachón  y a  Michel, que los equipos inferiores generan gastos en desplazamientos, alquiler de campos, derechos de arbitraje ... ¿y ese dinero aparecía por arte de magia? Pues no. La pasta efectivamente la ponía Rumasa, hasta que ya no había nada que lavar. Ya no hay ni para trigo ni para siembra, y ahora, ¿Rayo sí, Rumasa no?

Así que también hay que reconocer que hemos vivido durante veinte años de Rumasa, y es muy posible que su tiempo aquí haya terminado, pero la historia, nuestra historia, debe enseñarnos a ser exigentes pero agradecidos, rayistas y consecuentes. Debernos ponernos en el lugar de esos trabajadores que no cobran sus salarios, sin duda,  pero también  pensar que de no ser por Teresa Rivero quizás hace mucho que el Rayo estaría jugando a otra cosa, que veinte años son muchos años y en ellos ha pasado de todo, los mejores de nuestra historia sin duda, y alguno de los peores.

Tampoco creo que sea más rayista el que más insulta, creo más en el que en silencio compró ayer cuatro camisetas o en el que anónimamente done cinco euros en la cuenta que abrió la Federación de Peñas, que en el que se dedicó a insultar en un gesto feísimo a una señora, eso siempre lo será, de más de setenta años.

Y por fin hay que ser consecuentes: Si conocíamos el funcionamiento de la " Familia ", ¿ por qué nos sorprendemos tanto ahora ?, ¿ no será que nos sentimos algo culpables y en nuestro cinismo miramos al palco? o es que no tragábamos a los Ruizma desde el principio pero les hemos permitido que nos cambien hasta el nombre a cambio de su dinero. Si es esto último, entonces es peor. Entonces es que le vendimos nuestra alma al diablo y ahora se la viene a cobrar...


Juan M.Herguedas